Se vienen dando zapatilla desde hace meses, cuando los enfrentamientos entre Unai Laso y Jokin Altuna aumentan las revoluciones. Se han ganado los dos. Al fragor del delantero navarro, responde el guipuzcoano con frialdad e inteligencia. Se disputaba en el Astelena un partido del mano parejas. El frontón presentaba un estupendo aspecto. Y si no llega a ser por las restricciones, las gradas hubieran estado a reventar.
Unai Laso-Ander Imaz comenzaron el camino con la eficacia del que responde atrás y asegura adelante (0-4). Fueron cobrando ventajas. Nunca pasaron de cinco tantos de diferencia (10-15, 14-19). Estaban a tres de la victoria y de la consolidación como pareja aspirante al título. ¡No dejan de serlo!
La pareja de Baiko acariciaba la victoria con las yemas de los dedos (17-21). Lo tuvieron en las manos, pero cuando aparece el campeón ¡a temblar!. Como Julen Martija, el zaguero de Altuna, estaba justito de fuerzas (debió ser atendido por el médico), el de Aspe se echó la mochila al hombro y espero sus momentos para lograr los tantos de diferente manera, terminaciones que subían al marcado hasta el 21-21.
Podía pasar cualquier cosa y pasó. Unai Laso la vio, fue a por la pelota como un coloso porque olía a victoria. Era el remate del año, el del subidón. El ruido de la chapa destrozó al de Gerendiain y a su zaguero Ander Imaz. Altuna lo celebró como acostumbra, porque la realidad le refuerza. Sufrieron mucho en el camino, pro no dejaron de creer pese a la fortaleza de sus oponentes. Les tocó remar contra corriente hasta el final después de un partido terrible en el que se dieron ¡872! pelotazos durante una hora y media de juego, sin trampa ni cartón.
Elordi-Oier Etxebarria ganaron a Darío-Erostarbe (18-22) en partido correspondiente al campeonato de Promoción y que se disputó en el mismo frontón. (Foto Aspe)