El conjunto bético fue superior al cuadro guipuzcoano y alcanza las semifinales con todo merecimiento. Dos goles de los exrealistas Juanmi y Willian José (éste, de penalti) y el cuarto de Ruibal decantaron el partido del lado del equipo que lo mereció. El primer tanto visitante llegó pronto tras un error. Niveló la contienda Januzaj a pase de Oyarzabal, pero el VAR entró en acción y anuló la jugada.
Al poco de iniciarse el segundo tiempo, el capitán le puso un balón de oro a Isak cuyo remate le sirvió a Rui Silva para firmar un paradón decisivo. Luego, llegó el segundo y ahí se acabó todo, porque los de Imanol se vieron impotentes para reaccionar. No encontraron el modo de hincar el diente a un equipo sólido, sin fisuras y que juega muy bien al fútbol. Decepción para la hinchada realista (29.326 espectadores), para los jugadores y para los técnicos.