Ha comenzado la Vuelta al Bidasoa dos años después de suspenderse. Como tantas otras cosas, sufrió los efectos devastadores del Covid-19 y todos los esfuerzos e fueron al traste. Ahora, que las circunstancias son más favorables, la prueba recupera las antiguas sensaciones y sigue siendo (basta ver la participación) una de las referencias del ciclismo aficionado. Por eso, para todos, la disputa de la primera etapa con final en IrriSarri Land fue un enorme soplo de aire fresco. La subida sirvió para definir cosas y aspirantes.. La victoria del burgalés Alejandro Blanco (Gomur) expresó la alegría. Con el maillot rosa abierto, agotado por el esfuerzo, soltó un ¡Vamos!, una especie de grito de guerra para todos los que hacen posible la 48ª edición de la carrera. El tiempo empleado por el vencedor fue de 2.22.47.
Le siguieron Pablo Castrillo (Lizarte) a 7″, Abel Balderstone (Caja Rural) a 9″, Fernando Tercero (Eolo Kometa), a 12″ y el británico Adrien Maire (AVC Aix), a 16″. El ganador de la etapa comanda también la clasificación de la regularidad y la montaña, en donde Enekoitz Azparren (Laboral Kutxa) es segundo. Iñaki Díaz (Caja Rural) lidera las metas volantes y su compañero de equipo Lucas Lopes, la general Sub-20.
De los 15 equipos que participan el francés del AVC Aix en Provence comanda la clasificación. El primer corredor vasco es Iker Trigo (Gomur); mientras que Enekoitz Azparren lo es entre los guiouzcoanos. La segunda etapa de la vuelta se disputa este viernes entre Hendaia y Hondarribia, con la subida al Jaizkibel como dificultad mayr para el pelotón.
(Foto IRRISARRI LAND)