En el tránsito hacia el final del Giro, con etapas tremendas, colateralmente surgen noticias inesperadas que afectan a la carrera y a su resolución final. Por ejemplo, el contagio por covid del portugués Joao Almeida, cuarto en la general, que debió retirarse y que por tanto deja de ser candidato y preocupación para sus rivales. Las fuerzas están justitas y se guardan para los momentos de máxima exigencia. Por tanto, no es de extrañar que en 18ª etapa ( Borgo Valsugana – Treviso, 156 km) la escapada consiguiera premio.
El mejor fue para el vencedor de la misma que subió a lo alto del podio con indisimulada sonrisa. Dries de Bondt (Alpecin) se impuso a los tres compañeros que quedaban de la fuga inicial. Dio tiempo (3.21.21) a Edoardo Affini, Magnus Cort y Davide Gabburo en la jornada que se consideraba una última oportunidad para los sprinters. El pelotón midió mal y cedió 14″. En la disputa, y decepcionados, Dainese, Demare, Cimolai, Cavendish, Gaviria, Consonni completaron el Top-10 de la jornada.
Con el apunte de Almeida, la general varía. Sigue liderada por Carapaz, cuyo colchón sobre Hindley es de 3″. El tercero en discordia, Mikel Landa, a 1’05. Los tres componen un podio consolidado, ya que la amenaza del corredor portugués desaparece, accediendo Nibali a la cuarta posición a 5’48» del líder. Pello Bilbao, quinto, cede 6’19» mientras que Jan Hirt, Buchmann, Pozzovivo, Juanpe López y Hugh Carthy completan los diez primeros de la general.