Pogacar escucha las campanas de gloria

El Giro de Lombardia es una jornada ciclista, la clásica por antonomasia, que reúne a lo mejor del pelotón profesional y en donde las grandes figuras luchas por la victoria. Es una carrera de prestigio. Por eso, que Tadej Pogacar sea el vencedor de la misma, no debe sorprender a nadie. El pelotón sube al santuario en el que se encuentra la Madonna del Ghisallo, patrona universal de los ciclistas. Algo así como la Dorletako Ama en nuestra tierra.

Es una prueba muy exigente, en la que los corredores pasan más de seis horas en la bicicleta. En esta ocasión, 6.21.22. Fue el tiempo de Tadej Pogacar, el mismo que Enric Mas, porque ambos se la jugaron en el sprint final. Mikel Landa, de modo inopinado, apareció para ser tercero a diez segundos. A menos de un minuto de diferencia, Sergio Higuita y Carlos Fernández.

Alejandro Valverde que decía adiós al pelotón profesional, cruzaba la meta en sexta posición dando tiempo a Mollema, Molard, Bardet. y Adam Yates,

La llegada a meta fue a cuenta gotas, pero hasta 107 corredores cruzaron bajo la pancarta. Entre ellos, Aritz Bagüés, Imanol Erviti. No lo pudo hacer Mikel Nieve, al que una caída le privó de un final de vida profesional como le hubiera gustado. Afectada una clavícula no pudo continuar en la prueba. Para él, también campanas de gloria, porque más allá de los éxitos, la suya ha sido una carrera ejemplar.